miércoles, 3 de julio de 2013

Cada vez me cuesta más comprender...el abandono de un hijo.

     Cada vez, me cuesta más comprender la vida y las circunstancias que en ella se presentan...Visitando el lugar donde se están criando nuestros niños, no puedo ni imaginar, ni quiero pensar que motivación puede ocasionar el abandono de ninguno de estos pequeños... Cual puede ser la causa?
     Me hace emocionar el simple recuerdo de cualquiera de ellos: somos muchos los que daríamos todo lo que la vida nos puede ofrecer, por haber tenido antes a cualquiera de ellos en nuestro regazo. Imagino a todos cuantos han pasado por este mismo u otros lugares a conocer a sus futuros hijos, y habrán sentido lo mismo...no sería más justo, poder hacernos cargo de alguno mas? O que fuera todo más sencillo, para evitar que los menores tengan la "necesidad" de estar sin una familia?
     Muchos al igual que nosotros, habrán sentido el impulso de pensar en dedicar su vida al cuidado de todos estos niños, pero cuán difícil debe ser para que nadie lo haya podido hacer antes. Y pensar en otros lugares donde incluso no tengan las necesidades básicas tan bien cubiertas como aquí, me encoge el corazón.
     En cualquier caso, por muy bien que estén los niños atendidos, muchos de ellos, nunca tendrán la oportunidad de disfrutar de lo más importante: una familia que los de el amor y el cariño que incentiva y estimula la vida de cualquiera. El otro día, me emocionaba pensando que cada cosa que vean o hagan, posiblemente sea la primera vez que lo puedan observar o sentir: pero hoy, también pienso en el beneficio que tienen de no conocer el aspecto más negativo del ser humano...aunque alguno de ellos, indirectamente, les pueda afectar durante toda su vida.
     Ya que estamos de vuelta, lloraremos de emoción recordando a nuestro pequeño Fernando D.: pero también lloraremos posiblemente desconsolados, por los niños que puedan quedar allí sin una oportunidad...nos acordaremos de los niños que como Max en "El Hijo de Yuri Gagarin", verán pasar familias que van en busca de sus hijos, mientras ellos, permanecen invisibles al mundo y ajenos a esa felicidad...
     Nosotros, seremos unos afortunados; y Fernando D., si Dios quiere, también lo será...pero otros, probablemente, no tendrán esa suerte. Como siempre he sido, seré optimista y pensaré que algún día, no tendrá por que ser así...pero habría de todos modos, un daño irreparable que ya ha hecho mella en muchos inocentes en el mundo. Hay otras cosas que nos atormentan toda la vida, pero que ni por asomo, tienen un ápice de importancia comparado con la situación de desamparo de un niño...
     No pueden imaginar cual será su futuro ni su destino, pero no es justo, que tengamos que decir que un niño pueda tener suerte, habiendo sido privado de los meses o años en que deberían recibir tanto cariño...y tampoco es agradable tener que decir que (como es el caso de nuestro pequeño), en algunos casos, lo mejor que les podía  pasar era acabar en un centro como este, donde por lo menos los tratasen con humanidad: y ahí, por lo menos, tendrían alguna oportunidad de que el destino, fuera generoso con ellos...
     Daré gracias a Dios por tener alguien que cuide de nuestro pequeño y sus compañeros mientras nosotros no estemos; y que incluso tengan alguien que les atienda con sus muestras de cariño...
Este proceso te abre el corazón y te hace concienciarte y sentir todos los problemas y necesidades...así como a ayudar, colaborar y compartir con los demás; esperemos que sea algo permanente, porque nos ayudará mucho en la enseñanza y el aprendizaje de nuestro pequeño...
     Gracias, Fernando D.: por hacernos superar y crecer como personas, porque deseamos que gracias a ello, tu seas el mayor beneficiado...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos aquí tu comentario, que será publicado con todo nuestro agradecimiento. Esperamos ser de ayuda.