martes, 27 de mayo de 2014

Todos somos vulnerables: las dudas y el temor, pueden atacarnos en el momento más insospechado.

     Ayer, pasamos el día de más dudas desde que iniciamos el proceso...los miedos, los recuerdos y el dolor acumulado, dieron como resultado, un día terriblemente duro e infeliz... y no menos extraño.
     Fueron momentos en los que como siempre, comencé a escribir para plasmar la realidad sin maquillar; los momentos que generan sensaciones difíciles de expresar...esos instantes en que pareces dejarte llevar y se rebosan los sentimientos negativos, que piensas que nunca serán capaces de superarte: instantes que no puedo calcular en el aspecto temporal, aunque escasos; pero en los que pasa por la cabeza todo lo triste y doloroso acaecido a lo largo de los años...a lo largo de toda una vida. No se si será parecida la sensación que se tiene como muchas veces oímos, cuando el cuerpo te abandona camino del paraíso; pero puedo asegurar, que sientes que no perteneces a ese cuerpo ya que la mente parece actuar de forma autónoma. Todo pasa en cuestión de segundos por la cabeza, sin dar tiempo tan siquiera a pensar: la mente trabaja sola como una máquina de diapositivas que funciona a una velocidad infernal...y te dejas llevar. Una sensación, que me provocó tanto pánico (aunque de inmediato, como podréis comprobar, el subconsciente y el corazón, comenzaron a poner orden): el propio mecanismo de defensa que pulimos con nuestra forma de ser, actuó para librarme de esos pensamientos que me comían las entrañas y atacaban la conciencia.
     Con ésto, quiero mostrar, que a pesar de todo, cualquiera en cualquier momento, puede verse asaltado por las dudas más crudas a lo largo de un proceso de adopción...y nada tienen que ver con ese deseo y ese objetivo final de ver aumentada la familia, sino con la adversidad que tantas veces choca en contra de la buena marcha y los intereses de dicho proceso.
     Me daba miedo, pánico tan siquiera mostrar lo que la cabeza tramaba durante esos instantes...y no me ví con fuerzas para publicarlo ayer (para no generar aún más temor a quienes puedan ver semejanza por la situación o por un momento concreto de sus procesos); porque pensaba, como así ha sido, que dejando pasar el tiempo, todo volvería a recuperar la normalidad y esa "crisis" pasaría en cuanto hubiera un momento de calma. Únicamente, con estas palabras, trataré de hacer reflexionar (por si en algún momento puede ser de ayuda para alguien), que TODOS podemos sentir en un momento dado, las dudas (que luego duelen al recordar) generadas por el dolor y tristeza acumulados; por la incertidumbre o las pérdidas, o por cualquier otro motivo. Uno se da cuenta entonces, que el único camino, como tantas veces he dicho; es seguir adelante...tratando de ver luz, aún en días totalmente oscuros.
     Todos estamos expuestos; pero aunque duela el alma, hay que seguir dando pequeños pasos...y si alguno va hacia atrás, debe ser para coger impulso hacia adelante...porque no hay nada peor, que abandonar los sueños; ya que no hay nada de lo que más podamos arrepentirnos, que renunciar a lo que más quisimos siempre en la vida: hoy, más que nunca, estoy convencido de que hay que luchar por ellos... Al final del camino, nos espera siempre la mejor recompensa, el tesoro que siempre soñamos; y no hay nada mejor y más noble, que luchar por nuestros hijos, en un camino en que todos veremos el futuro con más optimismo y oportunidades para ser felices.
     El día de ayer, me demostró, que hasta la mente más fuerte y más convencida, puede verse vulnerable ante las circunstancias; pero siempre habrá ese motivo que nos permita avanzar y hacer realidad nuestros sueños y deseos...
     Ha sido mucho lo que nos ha generado sentir esas dudas; pero me sentía tan vacío e incluso "sucio" de pensamiento por esas dudas, que encontramos el mejor apoyo precisamente, pensando en aquellos niños que vimos (y todos aquellos que desde entonces imaginamos), y que tanto necesitan una familia...mucho más de lo que podamos imaginar; porque sus historias, sí son realmente tristes y dolorosas.
     Por cada aspecto positivo que generamos, hay otro negativo contra el cuál luchar; y hay que tenerlo siempre presente, para poderlo combatir cuando aparece. La vida está llena de ejemplos: la bondad existe porque existe la maldad; la generosidad se refleja, al observar la codicia o la avaricia, al igual que la tristeza aparece ante la falta de alegría... Por eso mismo, cuando uno cae o siente flaquear, hay que levantarse y seguir luchando.
     Es duro despertar cada día y esperar algo que no llega...quizás más aún cuando ya has conocido lo que aguarda al final del camino y se te ha escurrido entre los dedos...pero la Impaciencia, nos lleva por el camino de la urgencia; y a veces, aunque nos cueste creerlo, la Necesidad va vinculada a la Paciencia. En nuestro caso, tras la mala pasada de ayer, observamos que el tiempo, será el mejor maestro y nos presentará el momento idóneo para seguir adelante; porque si abandonas un sueño, nunca lo verás hecho realidad.


     Ésto, es lo que rondaba ayer una cabeza llena de dudas y temores: 26-05-2014

     Hoy es un mal día...llevamos unos días dando vueltas a estos 4 meses y nos sentimos peor de lo que nos hemos sentido nunca...ha sido mucho el esfuerzo; pero aún mucho mas el dolor y la tristeza soportados...y parece que aún no vemos luz, a pesar de buscarla con tanto ahínco y esperanza. Ha sido mucha la desilusión por Creer tanto en ello; y terrible el sufrimiento de ver como los días pasan, despertando día tras día y pensando que ese será el que marque otro cambio en nuestras vidas...pero ese día no llega a pesar de todo: y lo hace más inhumano si cabe y más incomprensible. Tengo que confesar que nunca he dudado de la fuerza de seguir adelante, pase lo que pase: pero ahora, siento flojear las piernas y la cabeza no responde con ese optimismo; porque me siento mal, y las dudas y la desilusión son tan grandes, que he llegado a pensar en abandonarlo todo y darme por vencido... No debería tan siquiera pensarlo, pero debo plasmarlo porque es la primera ve que he sentido esa sensación...a pesar de que de inmediato me viene a la mente la imagen de un(-a) pequeñ@, sin rostro nuevamente (lo cual también es muy triste teniendo tan presente siempre esa imagen de quien tan felices nos hizo). 
     Nunca hemos abandonado a nadie, y siempre hemos ofrecido todo lo posible en la vida a los demás; y a pesar de muchas veces ser olvidados, nunca nos hemos arrepentido ni lo haremos por ser así...porque además nunca cambiaremos. Hemos sentido en todo momento el apoyo, ánimo y cariño de todos; pero estos días, no hay consuelo posible y además, no es fácil expresar este sentimiento...pero es realmente duro y un sentimiento de frustración tremendo: no puedo creer llegarlo a pensar, porque no puedo dejar de soñar. No puedo hacerlo, pero encuentro el dilema en mi mente...el sentido, creo que nunca me lo permitiría y el corazón, no me lo perdonaría: pero además, no podemos abandonar nuestros sueños, y sobre todo éste, que nos dirige la vida y ha sido siempre el más ilusionante e importante de todos (por el que siempre dijimos incluso que seríamos capaces de dejarlo todo) y que motiva y genera la energía en nuestra vida desde hace 22 años que nos conocimos. No puedo defraudar a nadie, ni a mí mismo; pero sobre todo a quien más quiero en el mundo, a Paula, a quien me da la vida aunque muchas veces crea no necesario decírselo...(nunca está de más, a pesar de todo; porque a todos nos gusta sentirnos queridos). Ahora mismo, no puedo creer en esa  falta de sentimiento o en esa debilidad, porque no puedo pensar en no tener todo ese amor en un sólo instante de mi vida; pero para no olvidarlo todo, sólo puedo pensar en alguien que nos estará esperando y necesitando, con la misma (e incluso más) sensación y tanto vacío como nosotros: y me siento inmoral por quejarme a pesar de todos los motivos para hacerlo; porque quienes nos están esperando, tienen en todo caso muchas más carencias y necesidades... Aún sabiéndolo, siempre me fijé más en las necesidades de los demás y por ello, nunca pedí nada para mí: gracias a ello, la gente puede apreciarme más (quizás), pero tampoco quiero sentir que es lástima o compasión...porque nunca querría ser un Mártir. Siempre hemos pensado en sembrar para poder recoger, pero hay veces que por muy  buena que sea o parezca, la cosecha puede no ser suficiente a pesar de la intención de los recolectores. Nos sentimos queridos y comprendidos (o casi, porque cada caso es único y con sus particularidades), pero muchas veces las soluciones no proceden de quienes quieren darlas o quienes harían todo lo posible, sino de quienes pueden o deben ofrecerlas...y ya no sabemos quienes son o la forma de poderlas hacer realidad.

     Nunca me he quejado de la vida que nos ha tocado vivir; ni por los agravios encontrados durante la misma (porque siempre habrá quien lo habrá pasado peor, no tengo dudas)...pero a pesar de todo el dolor, tristeza y sufrimiento ya vivido, ésta situación supera ahora mismo todos los límites marcados.
     Según escribo, recuerdo el deseo y las últimas palabras (porque realmente lo fueron; lo cual es más triste) que me dijo mi padre: "sólo quiero que seáis felices, tengáis más suerte y consigáis lo que siempre habéis querido"... Ahora, le podría decir, que "parece que nada ha cambiado"... Pero éstas palabras y su recuerdo, quizás hagan más posible, también en su honor, que sigamos adelante...y que pasemos a confiar en nosotros aún más; porque cada vez tengo menos dudas de que estamos olvidados de la mano de Dios...
     Nunca pensé en tener dudas, pero me he dado cuenta reflexionando, que hasta el más fuerte y duro de los guerreros, debe sentir el dolor de las heridas, aunque no quiera (o pueda) reflejarlo...
     He llegado a pensar, en si será que nuestr@ hij@ no nos esté esperando en Rusia...pero si no fuera así, quizás llegará a ser nuestr@ niet@ en vez de nuestr@ hij@... Son tantas dudas y tanta desazón, que la Ansiedad ha llegado a un punto, que no la puedo soportar, a pesar de la apariencia de calma: me ahoga y asfixia hasta un límite jamás imaginado.
     Con todo lo ya pasado, aún no había ocurrido; pero se ha producido la pérdida de esa Paciencia que siempre me acompaña, pero que no quiero que afecte a nada ni nadie...y por ello habrá que ser cauteloso y no complicarlo todo aún más (si se puede, que seguro que sí!).
     Hay unas palabras que nos marcaron y por las cuales habría motivo para hacer una locura o una barbaridad...y se las dijo un médico a mi padre hace unos meses: "no hay dolor que no se pueda soportar" (ojalá ese dolor lo hubiera sentido él para comprobarlo)...y hoy mismo, hasta yo dudo poder soportarlo, porque el siguiente paso, sólo podría llevar a un camino: porque llevamos ya mucho dolor dentro.
     Parece difícil de creer; pero al afrontar una adopción, renunciamos a todo, por unos niños que ya han nacido y a quienes incluso aún no hemos conocido: pero sabemos que en algún lugar, y de algún modo, nos están esperando para ser sus papás... Y simplemente por eso, hay que continuar; hay que mirar adelante, aunque no encontremos más que barreras y obstáculos para conseguir ofrecer nuestra familia a "nuestros hijos", a quienes no conocemos pero que nos necesitan (aunque a medida que transcurre el proceso, nosotros también cada vez los necesitamos más a ellos...). Se convierten como he dicho muchas veces, en nuestro motivo, en nuestra energía para unir lo que la naturaleza y el ser humano parecen no querer propiciar e incluso evitar... No es coherente, humano ni tan siquiera justo, que NADIE luche por ello; que nada ni nadie trate de conseguir ese encuentro entre quienes más lo necesitan y quienes quieren y pueden ofrecerles todo lo que tienen, pero sobre todo lo mas humanamente necesario como es el amor, el cuidado y el cariño de sus semejantes...

     Y hoy, tras esos momentos de dudas, estamos más convencidos que nunca: seguiremos adelante con la energía renovada y más fuerza si cabe...la generada por quien ya nos estará esperando.

2 comentarios:

  1. Luismi, Paula, seguimos todos juntos en esta historia. Y como bien dices es normal esas dudas, ansiedad... por las que estáis pasando. Esta Gran Familia es la que nos sostiene a todos. MUCHO ÁNIMO A LOS DOS Y ESTAMOS PARA LO QUE NECESITÉIS. Julio y Leonor

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, chicos: siempre adelante, a pesar de las dudas, las trabas y demás... porque siempre merecerá la pena el final... mucho ánimo. un abrazo muy fuerte.

      Eliminar

Déjanos aquí tu comentario, que será publicado con todo nuestro agradecimiento. Esperamos ser de ayuda.