miércoles, 4 de febrero de 2015

Un año después, todo ha cambiado...y las lágrimas, dan paso a lo más deseado. Quién sabe lo que puede deparar un nuevo amanecer?

     El día de hoy, nos traía muchos recuerdos y muchos sentimientos encontrados... Hace exactamente un año, comenzaba una racha de noticias terribles e inesperadas, que propiciaron los días más duros y tristes en nuestra vida: tal día como hoy, Día de la Lucha contra el cáncer, y tras una serie de negligencias médicas, nos comunicaban la peor de las noticias, a través de una enfermedad sin cura posible que afectaba a una de las personas que más deseaba y más necesitaba la llegada de quien entonces, sentía su nieto. Fueron unos días convulsos para toda la familia, puesto que como todos saben, dos días después, nos comunicaban la pérdida de la asignación de ese pequeño tan anhelado y querido y por quien nos habíamos desvivido para tenerlo a nuestro lado. Esos momentos, no hacían presagiar lo que hoy podemos sentir al ver a quien ya es nuestra hija...a quien no podemos imaginar que no lo hubiera sido, a pesar de quizás tanto como costó asumir aquella pérdida. En aquellos momentos, era tal la importancia de ese pequeño para mi padre, que no pudimos comunicárselo, debido a su enfermedad, hasta dos semanas después, puesto que el daño que podía hacerle la noticia, era inversamente proporcional, a la fuerza que le proporcionaba para luchar por su deteriorado estado de salud. Para nosotros, fue un shock recibir esa noticia, pero a nivel particular, vimos un futuro con esperanza como pareja, sabiendo que habría quien nos estuviera esperando y necesitando quizás más de lo que aquel niño lo requería (cosa que confirmamos al conocer a Lera...)...la misma esperanza y el mismo consuelo, que no encontraba para ese abuelo que ansiaba luchar para como él mismo decía, "conocer al menos a su nieto". Fue muy duro, pero necesario, podérselo comunicar; pero no podíamos ocultar algo tan importante a alguien tan querido: era más duro dar esa noticia, que asimilarlo y seguir adelante... Nosotros éramos fuertes, quizás también porque debíamos serlo y mostrarlo a todos quienes nos querían y a quienes nos observaban como referencia de constancia y optimismo...y a pesar de no ser fácil. Sobre todo de cara a ese abuelo, debíamos volcarnos en ilusionarlo con una nueva imagen de quien debería convertirse en nuestr@ hij@...y necesitábamos que fuera cuanto antes: aunque finalmente, no pudo ser así. Sabíamos que terminaría por llegar, pero ésta pequeña que hoy es nuestra hija, no pudo conocer ni sentir el cariño de ese abuelo que tanto lo habría deseado.

     Hoy, necesitaba exteriorizar este sentimiento y estos recuerdos, puesto que como hemos podido comprobar en ya demasiadas ocasiones, nunca se sabe lo que te puede deparar el siguiente día; y por ello, siempre es mejor pensar que lo que llegará cada nuevo amanecer, será positivo: esperar un nuevo día desde el Optimismo, porque siempre ayuda a afrontar de mejor modo aún cuando las noticias no son las esperadas. Llevamos muchos meses observando y contemplando con tristeza, cómo muchas otras familias, ven de algún modo (de muchos distintos) obstaculizados sus procesos, e incluso parados en seco sin muestras de un posible avance...y a pesar de ello, tratamos de servir de ánimo o apoyo para todos ellos; aunque en ocasiones, no se encuentra el mejor modo. Únicamente, nos gustaría que éstas palabras, sirvieran para recapacitar y poder esperar el futuro de forma positiva, pensando en lo triste que era la situación hace exactamente un año, y lo distinta que es la situación a día de hoy... A día de hoy, quizás nada sea perfecto (de hecho, no lo es), pero hemos vivido tantas circunstancias contradictorias en este tiempo, que poco a poco, hemos podido conseguir hacer realidad algunos de esos sueños tan deseados; y seguimos luchando por poderlo seguir haciendo. Ahora mismo, nuestra hija descansa en ese hogar que tanto la deseaba; en su casa...y vamos poco a poco consiguiendo que esa adaptación se vaya haciendo más llevadera. Quizás, las familias deseamos que todo esté solucionado de inmediato tras la llegada de los pequeños; y nos agobie mucho la cantidad de trámites que se requiere tras la llegada a casa con nuestros hijos...pero es algo tan importante, que hasta que no se observan esos avances, la ansiedad no permite tener la calma necesaria en ocasiones para poder realizar la principal tarea de asentarnos como familia. Tras menos de tres semanas de nuestra llegada a casa, ya podemos sentir más o menos encauzada la trayectoria, tanto de consultas a especialistas médicos, como resto de trámites necesarios: seguridad social, inscripción consular o inscripción en el registro civil. Han sido dos semanas de volvernos locos con documentos innecesarios, que ahora nos permiten tener "algo más de calma"... Mañana, algunos de esos trámites podrían quedar también solucionados; pero hoy ya, comenzamos a resolver alguno de los más necesarios, como es poder inscribir en la seguridad social a nuestra hija y poder recurrir a solicitar alguna de las pruebas médicas o incluso algo tan importante como puede ser el tema de vacunas necesarias...
     Ayer, también realizamos alguna de las pruebas médicas que requería nuestra hija en relación a su informe médico ruso y visitamos a un especialista: el cardiólogo. Fue una agradable visita, con un resultado tan importante como esperado: un estudio completamente normal, que da aún más razón al informe que hoy mismo compartía sobre éste tema, una de las familias adoptantes en Rusia; y que según los especialistas, normalmente éste es uno de los problemas más frecuentes (e inexistentes) en los informes médicos de los niños adoptados en la Federación Rusa...
     Y como tratamos de mostrar siempre; comenzaremos un nuevo día tratando de verlo de la mejor manera.

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