Menores en desamparo: Comprender a través de la vivencia.

     Es triste pensar en la Historia de cada uno de esos niños que vinieron al mundo, sin que éste estuviera preparado para ellos. Son niños normales y corrientes; como cualquier otro...pero que en la mayoría de los casos, tuvieron la mala fortuna de nacer en el seno de una familia desestructurada y que no estaba preparada para atender todas las necesidades de un menor recién llegado a la vida. Da igual si han nacido en Vladivostok, Nairobi o Madrid, Bogotá o Adis Abeba...(por poner ejemplos): sea cual sea su origen, la necesidad afectiva es tan importante como el cuidado que se les debe dispensar...y quien crece sin él, carece de lo más importante. Puedes mirar a cualquiera de estos niños, para contemplar y sentir que ese rechazo experimentado muchas veces a las muestras de cariño, es debido a su desconocimiento...y es triste darse cuenta del tiempo tan importante y básico que la mayoría de ellos, han pasado sin un estímulo o gesto de cariño que los haya permitido sentirse queridos. Muchos habrán pasado por situaciones crueles ... Y otros, simplemente no tendrán recuerdos gratos de su infancia: y te das cuenta al estar a su lado, que un poco de cariño, es para ellos el mejor regalo. No quieren tantos regalos que no comprenden, a pesar de llamar tanto su atención: únicamente esperan un gesto de afecto...un saludo o una sonrisa que para ellos es tan especial: una muestra que les permita sentirse especiales por un día. Y eso, nos hace sentir a nosotros, quienes llegamos a conocer o visitar los lugares donde esperan estos niños a sus familias, la Necesidad de que esa estancia de los pequeños, sea lo más corta posible; porque a pesar de tener los cuidados básicos, un niño no debe crecer nunca institucionalizado y sin conocer el mundo (a veces también triste, pero lleno de oportunidades) que los rodea. Un simple animal, cualquier objeto insignificante, es para ellos un tesoro; un descubrimiento que los permite esbozar una sonrisa o un gesto de sorpresa descomunal...y ese detalle, que cualquier otro niño observa sin apenas darse cuenta, ellos lo hacen con una incredulidad y atención que sorprende...